A los amigos y amigas lectores del Boletín Salesiano, un saludo cor-dial y mis mejores deseos para 2024. Anhelo de todo corazón que sea un año lleno de bendiciones y de presencia de Dios en nuestras vidas. Como ya saben, comienzo este artículo compartiendo algo que he vivido y que me ha impactado por un motivo u otro. Me encontraba el día de la Epifanía del Señor en mi pueblo natal, Luanco-Asturias, España, sintiéndome muy en conexión con mis raíces, el mar y la naturaleza que me vio nacer y crecer, así como con mis pai-sanos, y en tal día fui a celebrar la eucaristía. Amablemente, el párroco de mi pueblo me concedió el privilegio, mientras él se iba a otra de las parroquias que tiene confiadas. Así pudimos celebrar esta solemnidad en más comunidades cristianas. esperanza Siempre hay motivos para la >Rector Mayor