Luego del evidente rechazo a sus declaraciones, Leda Bergonzi conversó con la prensa el 8 de enero en Lourdes. “Me tomaron de sorpresa y contesté lo que me salió en ese mo-mento, porque soy de contestar, pero, para no sacar de contexto, no-sotros acá no pedimos que la gente deje la medicina ni mucho me-nos. Sí creemos que Dios puede cambiar diagnósticos, por eso estoy acá y, de hecho, lo viví y experimenté”, aseguró. “Es un tema delicado. Que todos los médicos que me estén escuchando y todas las personas que padecen esta enfermedad se queden con este mensaje único: busquen a Cristo. Nada más, simplemente fue eso. No es desvalorizar a la medicina, al contra-rio, nosotros los acompañamos desde la fe”, agregó. Fue precisamente la fe la que movió a la multitud que estuvo dis-puesta a acampar dos noches para ver a la “sanadora”. Enfermos ter-minales, personas con ansiedad y depresión, pacientes oncológicos... Cientos de personas que esperan hace años por una operación y que perdieron, hace rato, la fe en el sistema de salud. Ellos creyeron que existía, al menos, una posibilidad de sanación.