emociones: un paso por la convivencia escolar Por Karin Cañón, asesora de Ambiente y Apoyo Red de Escuelas Salesianas Reconocer las Las emociones son fundamentales en nues-tra vida y, por tanto, deben ser manejadas y canalizadas adecuadamente, especialmente en el entorno escolar. Es crucial que los edu-cadores sepan cómo se sienten sus estudian-tes y, para lograrlo, pueden iniciar sus clases con un ‘¿cómo se siente hoy?’, simple pregun-ta que sirve de punto de partida para que se expresen, adentrándose así en el camino del autoconocimiento. Conocer el estado anímico con el que los estudiantes ingresan al aula permite al docen-te identificar si alguno de ellos está triste, pre-ocupado o enojado. En tales casos, es clave abordar estas emociones proporcionando el apoyo necesario para que pueda recuperarse y continuar su proceso de aprendizaje. Prestar atención y brindar el apoyo adecua-do no solo contribuye al bienestar emocional, sino que también a potenciar habilidades im-portantes para enfrentar desafíos de la convi-vencia diaria. Uno de estos métodos es el “Ruler”, que se imple-menta en muchas aulas y países donde está apro-bada la Ley de Educación Socioemocional. Se trata de un acrónimo que significa: Recognize (Reconocer): Enseñar a distin-guir emociones propias y de los demás. Understand (Comprender): Ayudar a enten-der las causas y efectos de las emociones. Label (Etiquetar): Enseñar a nombrar emo-ciones y expresarlas de manera adecuada. Express (Expresar): Fomentar la expresión saludable de las emociones. Regulate (Regular): Enseñar estrategias para moderar emociones de manera efectiva. Los padres y apoderados también pueden ayudar en esta labor. Desde el hogar desem-peñan un papel crucial en el desarrollo socioe-mocional de los niños y jóvenes, quienes pue-den tener dificultades para expresarse porque no comprenden cómo se sienten o carecen del vocabulario y las herramientas necesarias. En estos casos es fundamental que los padres brinden un espacio seguro y atención genuina. Una acción necesaria Al contar lo que sentimos bajan los niveles de agresión, tristeza y angustia, por lo que en-señar a expresarse a niños y jóvenes de ma-nera saludable es fundamental para su desa-rrollo emocional y social. A continuación sugerimos algunas estrate-gias para que los padres y apoderados ense-ñen a expresar emociones de manera efectiva: Modelar con el ejemplo: Los niños apren-den observando a sus padres. Si muestran una expresión emocional saludable y co-munican sus propias emociones de mane-ra adecuada, tenderán a imitar este com-portamiento. Aplicar la comunicación abierta: Animar a hablar sobre sus sentimientos. Escuchar con atención cuando se expresen, sin juz-gar ni minimizar lo que sienten. Se les invi-ta a preguntar cuando lleguen de la escue-la: ¿Cómo te sentiste hoy? ¿Qué fue lo que más te hizo feliz? ¿Qué te dio tristeza? Nombrar las emociones: Ayudar a recono-cerlas. Pueden utilizar palabras como “estás enojado”, “te sientes triste” o “estás emo-cionado”, para que entiendan lo que están experimentando. Validar lo que sienten: Hacerles saber que sus emociones son normales y que está bien sentirlas. No decir “no deberías sen-tirte así”, ya que pueden sentirse mal por expresarse. Enseñar estrategias de manejo de emocio-nes: Ayudar a desarrollar formas de lidiar con las emociones. Esto puede incluir la respiración profunda, el tiempo de descan-so o actividades relajantes para el enojo, hablar con alguien de confianza cuando es-tán tristes y celebrar cuando están felices. Crear un ambiente seguro: Deben sentir-se seguros expresando sus emociones en casa sin temor a castigo o críticas severas. Ser paciente: El proceso de aprender a ex-presar las emociones de manera saludable lleva tiempo. Todas estas estrategias procuran que nuestros niños y jóvenes puedan ser felices y aprendan a convivir expresando lo que sien-ten, siendo ayudados también para que sepan escuchar lo que los demás sienten. 25 Boletín Salesiano |