Este nuevo paradigma socioeconómico replantea nuestra dependencia con las materias primas, con el fin de minimizar la producción de residuos. La adopción de una economía circular es uno de los diversos métodos para colaborar con el cuidado de nues-tra Casa Común. Se trata de un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, repa-rar, renovar y reciclar materiales o productos las veces necesarias para crear utilidad adicional a los bienes. Cambio de paradigma Nuestro modelo económico depende principalmente del extractivismo, donde obtenemos materias primas de la tierra que posteriormente son manufacturadas y transfor-madas en productos, los cuales generalmente desecha-mos al final de su vida útil en un proceso que es lineal. En una economía circular los recursos son aprove-chados para reducir, reciclar y reutilizar todo aquello que se desecha, con el objetivo de darles a los bienes mate-riales una segunda vida. Este enfoque innovador desvincula la actividad econó-mica del agotamiento de recursos finitos al no comprome-ter el equilibrio ecológico. Se trata de un sistema resilien-te que beneficia a personas, empresas y medioambiente por igual. Su adopción no solo impulsa la sostenibilidad, sino que también abre la puerta a un futuro donde nues-tras acciones no comprometan al planeta. ¿Qué se necesita para transformar nuestra econo-mía? Para eliminar residuos y lograr que los recursos circu-len se requiere del diseño de productos que puedan ser fácilmente deconstruidos y reciclados, no solo para mini-mizar la cantidad de materiales generados, sino también para transformarlos en materias primas. Adoptar este sistema no solo sirve para reducir nues-tra huella ambiental, ya que al tratarse de un modelo económico también fomentamos la creación de empleos locales mientras practicamos el reciclaje y reutilización efectiva. ¿Cómo funciona la economía circular? A través de conceptos prácticos en los que podemos participar todos: Ecoconcepción: considera los impactos medioam-bientales a lo largo del ciclo de vida de un producto y los integra desde su concepción. Ecología industrial y territorial: establece un modo de organización industrial caracterizado por la reutili-zación de ciertos residuos o partes de los mismos que todavía pueden funcionar para la elaboración de nue-vos productos. Reparación: encontrar una segunda vida a productos estropeados. Reciclaje: aprovechar los materiales que se encuen-tran en los residuos. Valorización: aprovechar energéticamente los resi-duos que no se pueden reciclar. ¿Cómo se aplica? Reduciendo nuestra dependencia de materias primas y minimizando la producción de residuos. Para lograrlo necesitamos implementar estrategias innovadoras, re-pensar nuestros modelos de negocios y establecer polí-ticas de ahorro energético. Debemos transicionar hacia productos reutilizables y esforzarnos por generar la menor cantidad de residuos, potenciando el reciclaje y la prevención de la contamina-ción. El éxito en la adopción de la economía circular de-pende fundamentalmente de la conciencia colectiva, ya que cada uno de nosotros debe comprender los riesgos e impactos asociados a la economía lineal y cultura del descarte, para que entre todos cuidemos el planeta. 13 Boletín Salesiano |