19 Boletín Salesiano | ¿Qué nos impulsa a seguir el ejemplo de San Juan Bosco y hacer de su legado una realidad en nuestro tiempo? Educadores pastores y jóvenes estamos invitados a reflexionar sobre la figura de nuestro Santo Fundador y acciones. En el corazón de la Familia Salesiana late el anhelo de ser discípulos de Jesús, compartiendo las alegrías y tristezas de los jóvenes de hoy. Esta misión es un pro-ceso vocacional que transforma y moviliza nuestras vi-das y comunidades educativo-pastorales, por lo que es crucial que en nuestras tareas diarias nos preguntemos qué nos impulsa y cómo estamos cambiando. Con-moverse en clave salesiana Seguir el camino de Don Bosco y ser salesiano sig-nifica sentir y seguir el amor de Dios, reconociéndolo en cada persona y criatura, respondiendo con gratitud y entusiasmo a su llamado. Desde la perspectiva del Evangelio y espiritualidad salesiana, estamos interpelados a vivir como discípu-los y misioneros de Jesús, lo que implica actuar como referente para los jóvenes y generar un cambio positi-vo, especialmente apoyando a los más necesitados y a quienes sufren. Con-moverse como salesiano es, en esencia, una buena noticia que se proclama a sí misma en un mundo que enfrenta desafíos abrumadores. Es un anuncio pro-fético del amor de Dios que nunca abandona y siempre está presente, capaz de transformar vidas y realidades. ¿Cómo ser portador de esta Buena Noticia? Este llamado desafía a ser voces valientes en medio de la indiferencia e injusticia. Debemos denunciar las es-tructuras de pecado que oprimen a los más vulnerables y trabajar incansablemente por un mundo más justo. El con-moverse salesiano nos impulsa hacia la fra-ternidad. Juntos, identificando las injusticias y desafíos, podemos construir un mundo donde cada joven florez-ca plenamente a través de la colaboración colectiva. Una clave La importancia de la interioridad apostólica en el con-texto salesiano es crucial. Cultivarla implica desarrollar una relación profunda, personal y comunitaria con Dios, por lo que es crucial reflexionar a través de la oración personal, comunitaria, meditación de la Palabra de Dios, participación en los sacramentos y el apoyo espiritual. Esta relación fortalece nuestra capacidad para servir a Dios de manera efectiva al convertirnos en instrumen-tos dóciles en sus manos. Al conocer y amar a Dios en lo más profundo de nuestro ser, nos inspira a ser cola-boradores auténticos en la construcción del Reino. Al enfocarnos en la interioridad, también cuidamos nuestra dimensión humana, psicológica y afectiva, bus-cando un equilibrio entre la razón, corazón y voluntad. Esto nos permite estar atentos a los signos de los tiem-pos y discernir los llamados de Dios en nuestra historia personal y colectiva. La interioridad apostólica nos ayuda a integrar nues-tra fe, vida, identidad y misión. Nuestro ser y nuestro hacer. Nos ayuda a vivir con coherencia, autenticidad y alegría nuestra vocación salesiana. A ser testigos creí-bles del Evangelio y de la espiritualidad salesiana. A ser, como Don Bosco, personas de Dios para los jóvenes. Con-movernos con Don Bosco es una apuesta por la interioridad apostólica y compromiso salesiano. Una invitación a vivir con pasión y creatividad nuestra misión educativa y evangelizadora. Una propuesta para ser y hacer felices a los demás. Este camino nos lleva a vivir plenamente nuestra vo-cación y ser un testimonio vivo del amor de Dios en el mundo, porque implica dinamizar nuestra respuesta, convertir dinámicas, relaciones y estructuras. 19 Boletín Salesiano | Reflexionemos