“A través de la creatividad manifestamos amor a los jóvenes, porque se nota cuando hay preocupación”. Escuchar podcast Con 13 años participando en actividades pastorales junto a Sa-lesianos e Hijas de María Auxiliadora, Carolina Rivera, de 26 años, ha pasado la mitad de su vida dedicada a cultivar el amor de Dios en jóvenes. Durante la primera mitad de 2021 se desempeñó como encar-gada de comunicaciones de la Comisión Inspectorial para la Ani-mación Misionera Salesiana, asesora de la Comunidad Misio-nera Colegio María Auxiliadora Valparaíso “Invite a Caminnare”, secretaria Pastoral Colegio María Auxiliadora y actualmente es coordinadora de Pastoral Duoc UC Sede Melipilla. En una época que demanda preocupación por el prójimo, Ca-rolina sostiene que, pese al desafío que implica aprender sobre nuevas tecnologías, desarrollar las actividades de la Pastoral Juvenil de forma digital “también ha sido descubrir al otro desde la intimidad, ya que siempre fue en espacios abiertos, no había-mos tenido una experiencia para mirar y reconocer al otro, ahora se puede ver su espacio vital”. “Siempre pensamos que la misión era salir, pero a través de la Jornada de Espiritualidad Salesiana (JES), que fue una activi-dad nacional, me di cuenta de que esto ayudó a descentralizar y conocer la realidad de alguien que estaba al extremo del país, que ahora nos podía contar su experiencia con Cristo y pasto-ral”, complementa. Sobre los aprendizajes de este tiempo, comenta que “este con-texto online y pandémico nos enseñó que los jóvenes nos nece-sitan, piden que el asesor esté, que no se quede todo en Santia-go, que lleguemos a ellos, solicitan formación y encontrarse con el Señor”. Para Carolina, este proceso digital permitió visibilizar aspectos que antes no se contemplaban: “Uno de los aprendizajes y men-sajes importantes fue comunicarnos con otros que no habíamos podido escuchar ni ver en la vida”. ¿Qué necesitan los jóvenes hoy? Para Carolina, el desafío está en buscar cómo evangelizar, ya que si bien la tecnología abrió oportunidades, también generó dificultades: “La pandemia nos mostró que ellos estaban allí y nos hizo preguntarnos qué necesitan los jóvenes hoy… Ellos están en la red y nosotros necesitábamos ser evangelizadores en ese espacio”. Los jóvenes se mueven en distintos entornos digitales, hasta donde llegan monitores y asesores para demostrar el afecto que tienen por los otros. De esta forma, se mantiene el ambiente cer-cano y cariñoso característico de la Pastoral Juvenil. Los momentos se han revalorizado para ser eficaces en pro de las necesidades de la comunidad: “Se volvió básico preguntar cómo estás. Hay espacios que se necesitan y hay que dar tiem-po para que hablen, jueguen y puedan hacer cualquier cosa… El amor es creativo. Estas acciones de preocupación son precisamente las que ha-cen destacar la actividad: o se buscan formas de llegar a ellos. Se dan cuenta y lo agradecen mucho… Ellos están todo el tiem-po estudiando ahí en los computadores, en clases, entonces, es importante que se den cuenta de que uno quiere construir algo entretenido”. Carolina señala que la expresión de amor hacia los jóvenes es fundamental, ya que “ellos sí lo sienten y dicen ‘mi asesor estaba preocupado por mí y por hacer algo que me llama la atención, las instancias de juego o incluso oración comunitaria’… Lo que creen que es una forma de llegar a ellos lo agradecen”. “Esta era digital es para que ellos sean totalmente protagonis-tas. Que se sienta que es nuestro lugar teológico, donde nos encontramos, donde Dios nos habla; que sea, literal, el lugar de enseñanza para nosotros”, finaliza.